Un poco de historia

Mes del Bicentenario, buena oportunidad para repasar algunos títulos de historieta histórica que salieron en los últimos tiempos, para estar a tono. Distintas miradas para acercarse a la historia, desde revisionismo hasta el nacionalismo o la reivindicación de ideas opuestas al “manual”, y distintas maneras de hacerlo, con una búsqueda narrativa propia de la historieta o con una más simple, cercana a la ilustración de los hechos.

Este mes el diario Perfil lanzó un nuevo coleccionable, una reedición en realidad, de la colección de historieta histórica dirigida por Felipe Pigna, ya publicada por Planeta. Son 10 libros, con guión de Pigna y colaboradores y dibujo de Miguel Scenna, de historietas biográficas o de hechos importantes, encaradas con un tono didáctico. Se nota en ellos un mayor peso del historiador sobre el guionista, la intención de dar cuenta de una sucesión de acontecimientos, dejando el aspecto narrativo, los recursos propios de la historieta, en segundo plano, con una función más ilustrativa, aunque con varios toques de humor.

Otro intento de colección, que quedó trunca en su primer número, es Batallas Argentinas, de Deux. El volumen 1 presenta historietas de las Invasiones Inglesas, Tacuarí, Tucumán y San Lorenzo, con guiones de Armando S. Fernández y dibujos de Castro. Siempre dispuesto a la reivindicación nacionalista, Fernández (quién ya tiene varios antecedentes en la historieta histórica) destaca el coraje criollo, en versión idealizada, sin ningún tipo de matices.

Para el aniversario de las Invasiones Inglesas apareció 1806, invasión, seguido ahora por 1807: Rendido un León, trabajos de la gente de la UNHIL de Tucumán, con guión de César Carrizo y la colaboración de varios dibujantes.
Hay ahí una búsqueda de acercarse a la historia de otra forma, desde la historieta, contando el evento con varios personajes, sin necesidad de centrarse en la figura del prócer.

Uno de los libros más interesantes de esta vertiente, por lo que tiene de rescate de nuestra historieta, es Latinoamérica y el imperialismo, 450 años de guerra, publicado en 2004 por Javier Doeyo. El libro recoge la serie que Héctor Oesterheld, con dibujos de Leopoldo Durañona, realizó en 1973 para la revista El Descamisado, publicación de la Juventud Peronista que respondía a la Organización Montoneros.
En plena militancia, Oesterheld se mete en la historia, conectándola con su propio presente, contando cómo el imperialismo ha venido robando al continente desde el inicio de la colonización, en un ida y vuelta para demostrar que en hechos alejados entre sí en el tiempo se encuentra la misma intención de opresión por parte de los imperios.

De yapa un libro más, que llegó hace poco al país, 1811, de Robin Wood y Roberto Goiriz, editado con motivo del bicentenario Paraguayo. En él, a diferencia de la colección de Planeta, se ve el pulso del guionista, que hilvana el relato, sin descuidar el acontecer histórico, en función de la narración. Es interesante contraponer, por ejemplo, un mismo episodio, como el del combate de Tacuarí, presentado también en Batallas Argentinas, contado desde el otro lado. Y la diferencia no está sólo en el punto de vista; o cambiando el sentido de la frase, está precisamente ahí.

Una yapa más, aunque todavía no pude ver el libro, si bien sí la muy buena muestra en el Palais de Glace realizada este mes, es La Patria dibujada, que se va a distribuir en bibliotecas. Coordinado por Juan Sasturain, presenta diez hechos centrales de la historia argentina, ficcionalizados por otros tantos guionistas y dibujantes.