Superman cancelado

La editora Sticker Design anunció la cancelación de la serie Superman, llegando al número 37 como último publicado. Si añadimos que la película Superman Returns no anduvo en las boleterías a la altura de las expectativas, da para pensar que algo sucede con el personaje, al menos en Argentina.

Tengo la idea de que Superman es un personaje demasiado poderoso, invulnerable, al que es difícil encontrarle oposición, y sin una buena oposición no hay historia interesante. No en vano desde sus inicios tenía mujer y amigos a quienes rescatar, es decir, que corrieran el peligro que él no podía sufrir. La inserción más tarde de la kriptonita es un modo de encontrarle un punto débil, un talón de Aquiles. Invulnerable y casi omnipotente, no queda más que enfrentarlo a otros similares, en una sucesión de peleas sin demasiado atractivo, algo que se podía ver en algún número de los publicados por SD en este año y medio. Últimamente el personaje es una especie de semidiós, con sus superpoderes incrementados; con su invulnerabilidad, su vista calorífica y de rayos x, vista telescópica y superoído, microvisión a nivel molecular, capacidad de moverse en menos de un segundo a grandes distancias, prácticamente nada puede escapar a este personaje, nada puede moverse sin que lo sienta. ¿Qué peligro le queda por correr? ¿Qué obstáculos importantes pueden oponérsele?

La primera Biblioteca Clarín de la Historieta incluyó un libro de Superman, con una muy interesante selección de historias. Dos de ellas, con guiónes de Alan Moore, buscaban darle una vuelta de tuerca al personaje, centrando el interés en lo que podrían ser sus costados más vulnerables: su mente y sus seres queridos. En El hombre que lo tenía todo su cerebro es atacado por un extraño regalo que recibe y que lo obliga a soñar; su mente es un punto donde sus poderes nada pueden hacer, donde un enemigo puede entrar y manipularlo o intentar vencerlo. En ¿Qué le pasó al hombre del mañana? Moore analiza algunos puntos débiles que históricamente tiene la serie, y sitúa el peligro en las personas cercanas a Superman (un anticipo de lo que pudimos leer en Identity Crisis), como el flanco por donde sus enemigos pueden atacarlo, tal el precio de su invulnerabilidad. Recientemente SD publicó Sacrificio, donde la carga de peligro se invierte, en una conclusión ineludible, presentando un Superman descontrolado, y la amenaza que esto supone para la humanidad. Parece ser que las historias más interesantes no derivan de la potencialidad del personaje, sino de sus defectos o contradicciones, de la exploración que la revisión de las convenciones permite.

Una de las fallas de la película Superman Returns es precisamente no poner en tela de juicio las convenciones del personaje, no intentar modernizarlo de alguna manera, tal como hicieron otros exponentes del género. Su director Brian Synger parece consciente de los problemas que presenta el personaje, y da la impresión aceptarlos, darlos por insalvables o por aceptados por el público, por lo que decide ponerlos de relieve de manera evidente, como algo que todos estamos de acuerdo en creer y soslayar, y así seguir adelante. Y si el género de superhéroes es fantasioso, y pide del espectador la aceptación de convenciones a veces extremas, Superman Returns tensa esta relación, en su exigencia de la suspención de la incredulidad, de manera exagerada, al punto de perder todo verosímil.

Sticker Design anunció que continuará publicando al personaje, pero en el formato de libros recopilatorios. Por ahora continúa la serie que comparte con Batman.