miércoles, febrero 21, 2007

Fontanarrosa: carta a los lectores


ampliar para leer "Finalmente, la mano derecha claudicó. Ya no responde, como antaño, a lo que dicta la mente." Así comienza la carta a los lectores que se publicó edición del domingo 14 de enero de la revista Viva, del diario Clarín, en la que este grande anuncia que ya no podrá dibujar. Fontanarrosa viene padeciendo hace tiempo una enfermedad que va limitando paulatinamente su capacidad física. Con su creatividad intacta, se le hacía cada vez más difícil plasmar sus creaciones en dibujos, hasta que finalmente su mano ya no pudo. Anunció, como un consuelo para nosotros, sus seguidores, que seguirá escribiendo los textos de sus tiras y chistes, que aparecerán con el arte de dibujantes amigos. De sus chistes se ha hecho cargo Crist, y del entrañable Inodoro Pereyra el dibujante Oscar Salas, en un estilo parecido al del autor.

No hay mucho para decir, que no sea expresar la tristeza que produce lo que le pasa al Negro Fontanarrosa, a quien consideramos nuestro, como un patrimonio nacional. Una sensación de injusticia, de impotencia, para alguien que ha dado tanto. Fontanarrosa es sencillamente uno de los más grandes humoristas gráficos que ha dado Argentina, tierra pródiga en ellos. Pocos han conservado durante tanto tiempo un nivel tan alto de producción continua, con una capacidad de observación envidiable y un agudo sentido del humor. Y eso sin hablar de su faceta de escritor, donde destaca con un estilo único. Afortunadamente seguiremos leyendo sus chistes, y su Inodoro Pereyra, para reír un poco de este país que nos tiene mal, pero acostumbráus.


En una de esas extrañas coincidencias que se dan, el 15 de enero apareció Boogie el aceitoso, otra de las grandes creaciones de Fontanarrosa, en un libro de la Biblioteca Clarín de Historieta. Unas 250 páginas de historietas de este impenetrable mercenario, con altas dosis de humor negro. Un muestrario de la capacidad creativa de Fontanarrosa, buceando en distintos temas, con humor desopilante y siempre ingenioso, con una aguda visión de la realidad, en definitiva, un sentido del humor profundamente inteligente. Boogie es también un testimonio de época, exponiendo de una manera ácida prejuicios y taras varias, sin temores ni "corrección política", algo que un grande como Fontanarrosa puede hacer acertadamente. Altamente recomendable, en este caso un punto a favor para la Biblioteca Clarín. ¡Qué lo parió!


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