

En Desfigurado la realidad no es lo que parece, es ilusoria; sociedades secretas, poseedoras del conocimiento verdadero, se mueven en un mundo paralelo y oculto, luchando entre sí por ser las dueños del secreto. Si el argumento suena conocido, el editor Dassance lo aclara en el prólogo: “Está claro que Desfigurado se adelantó por lo menos a una película paradigmática de la era de los efectos especiales… por eso los que leerán Desfigurado hoy pensarán obviamente en Matrix. La comparación es inevitable, sin embargo, Desfigurado estuvo hecho unos cuantos años antes.”
En esta historieta Sanz ya comienza a mostrar el estilo de dibujo realista, la búsqueda de encuadres, los contrastes, que con un acabado más fino puede apreciarse hoy. También presenta temas que son constantes en el autor, la presencia de universos paralelos y la irrupción del mundo fantástico en la realidad cotidiana.
Tanto en Desfigurado como en Legión, y la actual Nocturno (incluso en las animaciones de Sanz), hay un universo escondido, amenazante, con arcanas conexiones con nuestro mundo, que pueden darse en espejos, o activadas por determinadas obras de arte, o través de la noche y los sueños. Conexiones que permiten la aparición, la intervención de los otros, humanos o seres fantásticos, en nuestra realidad. Un contraste que se ve reforzado al ubicar la acción en escenarios reconocibles de Buenos Aires.
De a poco Salvador Sanz va construyendo un universo propio: género fantástico, filosofía, metafísica, arte, temas constantes en la obra del historietista. Un autor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario