jueves, marzo 29, 2007
Cita anual con Woody
Para los que lo seguimos, cada año nos depara una cita, una nueva película de Woody Allen. Cita a la que se asiste gustoso y expectante. Podrá decirse que ya no es el que era, que sus últimas películas no están a la altura de sus grandes filmes (como si siempre se pudiera). O que se repite. Y puede ser, pero no es menos cierto que a muchos estrenos de este tiempo les haría falta algo de la inteligencia del neoyorquino.
En Scoop vuelve a actuar, interpretando al mago Splendini. Haciendo uno de sus trucos conoce a la estudiante de periodismo Sondra Pransky (su nueva actriz protagonista Scarlett Johansson), elegida de entre el público, quien entra en una caja para desmaterializarse. Extrañamente, adentro se materializa el fantasma de un famoso periodista recientemente fallecido, quien le transmite la sospecha de que un noble caballero (Hugh Jackman) es un posible asesino serial. Y allí irán los dos, a tratar de desentrañar la verdad.
Allen parece tener necidad de decir cosas, de explorar y exponer, necesidad de contar historias, y disfrutar contándolas. Basta ver la cara jocosa de Splendini haciendo sus rudimentarios trucos en el escenario para saber que el autor disfruta jugando a ser ese mago, placer que se traslada a la platea, cómplice de la broma. Con una historia que recuerda a Misterioso asesinato en Manhattan, Woody parece haberse servido del molde, de la estructura, simplemente para volver a las andadas, y poder ir disparando sus ingeniosas y agudas líneas de diálogo. Como esa en que le pregunta a la enamoradiza Sondra, ya en su habitual personaje asustado y neurótico, si "en su familia son ortodoxos y si aceptarían a un asesino serial".
Podrá no estar a la altura de sus viejas películas, podrá repetirse en sus temas, pero no deja de ser siempre un placentero reencuentro, como sucede en los encuentros con viejos amigos. Hasta el año que viene.
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